sábado, 10 de diciembre de 2011

Extranjera

No ahora resulta que mi casa tampoco es segura. Ese pedacito de mi, que tiene mi olor, que planifiqué con detalle y pacientemente para que todo fuese perfecto. Ese escondite divino que tiene silencio y que por sobretodas las cosas, te contiene a ti. Ahora parece que tampoco es seguro. Estar contigo, hacerte el amor bajo ese techo parece que no es seguro tampoco. Acaso y dígame alguien ¿Qué es lo que es seguro en este país? ¿Dónde puedo estar tranquila fumándome un cigarro? o bailando sobre las acera de mi calle mientras espero que se llene la luna ¿A dónde puedo ir con los ojos cerrados, con las ventanas abiertas? ¿qué lugar me recomiendas que vaya? donde pueda ser yo, donde pueda ser libre...


No puedo borrar mis memorias, esos tiempos que eran así… libres. Como los pájaros que se arriman a la montaña cuando comienza a caer el sol. Libre para buscarte por la ciudad, divagando sus calles, dibujando tu sonrisa en la pared.  Un aire que olía a chamo, que sabia a cerveza tomada desde tu boca. Todavía. Ahora parece que nada de eso es seguro. Que manejar por sus calles es coquetear con la muerte. Que te llevan sin pensarlo y en un par de segundos te cambian el rumbo y para siempre. Borran las líneas de tu destino allí mismo sobre un pedazo de tierra que solía tener recuerdos bonitos. Como el primer amor. Manejando a ratos sin mirar el reloj. Persiguiendo el sol por las tardes a toda mecha en la cota mil. Llamando a la luna. Diosa bendita que siempre ee esconde tras la montaña. Nada de eso es seguro tampoco.


Cantar por las noches, andar en carro sin rumbo fijo con vidrios abajo, con aire fresco sobre la cara en una noche que huele a sorpresa. Fumar a dos manos. No tener que rezar porque todo se manifiesta sin haberlo pedido. Como una tarde rosada de escasa tarea, o una noches ilustre, desprevenida, mas bien improvisada. Terminar con los dedos metidos entre la arena aun con el traje de fiesta. Al parecer, nada de eso seguro no mas. ¿En que sitio me puedo calmar? ¿en que espacio me recojo si ya nada es mío?... ni tu tampoco. Si mi propio hogar no me pertenece, ya no tengo autoridad. Si me acuesto cansada y no puedo dormir de pavor porque nadie me protege. Ni mi Dios, ni el tuyo, ni la ley del estado, ni un tratado formal. ¿Cómo vivo? ¿Cómo puedo ser normal? ¿Cómo no ser quien soy, ni pensar como pienso?  Como no portar un pasaporte ajeno, como no ser de otro país.



Liberty is the right to choose, freedom is the result of that choice. –Unknown source


2 comentarios:

  1. Hermoso tu escrito Manuela!!Me encanto y me lleno de nostalgia!1 Te felicito!! que coseches muchos exitos con tu nueva novela.
    Marianella Angulo

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    1. Gracias Mari por tus comentarios... yo también leo tu blog y soy fan!!! Gracias por ponernos sonrisas siempre con tus geniales ocurrencias. Un beso muy grande y mis mejores deseos para ti también!

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