miércoles, 27 de julio de 2011

C´est la vie







No te irás de vacaciones ahora sino unos meses después. No te darán ese trabajo y  montarás un negocio propio y de más prosperidad. Le dirás adiós a un ser amado solo para encontrar un nuevo amor más allá, y un poquito más tarde. Pasará después, en otro momento, lo más seguro es que en otro lugar que ni siquiera tenias pensado ir, nunca jamás. Se mudará el vecino, y al cabo de un tiempo llegará un desconocido, pero que al rato no lo será más, como todo en la vida.  El camino que ibas a tomar, no podrás tomarlo porque cayó la lluvia y llenó de agua hasta el borde de las aceras. No podrás caminarlo tampoco, entonces otra vía te llevará a ese lugar, pero de manera distinta. Será más alto de lo que esperas, y ella más sincera de lo que creías, quizás con un acento que te cueste reconocer en el primer saludo… luego se te hará familiar, repito una vez… como todo en la vida.

En el camino al trabajo se pinchará un caucho y lleno de ira te darás golpes con el volante y maldecirás a un Dios que no te escucha y en el que poco crees porque no vela por ti. En la estación de gasolina reirás de un chiste tonto del señor de turno que te atiende amablemente, y alguien en la oficina te estará sacando los pies del barro, como siempre lo hará, como siempre pasa. Y ese percance no te matará, ni te quitará el sueño, mucho menos lo recordarás en cinco años… como siempre pasa. Y ese trabajo del que tanto soñabas irá a parar en las manos de alguien mucho menos creativo y preparado que tu. Y te invitarán luego a viajar y podrás ir porque no tienes trabajo… y en ese avión te sentarás al lado de aquella que no calla, que te estresa, la que no te deja dormir en paz. O tiene un bebé entre brazos que no para de llorar y que te ha babeado el traje nuevo, aquel que usarás en la próxima entrevista… y aun así después de un tiempo no lo recordarás.

Y lloverá quizás el día de tu boda y te mojarás los pies hasta las medias. O permanecerás soltero cuando ya creías que serías padre y sentirás frío muchas veces y no tendrás con que cubrirte ni a quien llamar. La vida con la que soñabas parece estar tardando en llegar, y aquella de la cual quisieras salir, parece estar clavada entre la tierra justo allí debajo anclándote los pies. Y te enamorarás quizás más de una vez, y lo más seguro es que más de una vez se te rompa el corazón en mil pedazos y sientas que más nunca volverás a amar. O sientas tal vez a esa tristeza como tu nueva compañera vestida de negro sin importar si afuera es verano, si los niños cantan, si el mundo esta de fiesta. Sin embargo llegará el día en que te enamores de nuevo, y sin saberlo entregarás de nuevo el corazón, olvidando que alguna vez lloraste, o escribiste algún verso de amor.

Y aun estando solo te invitarán de nuevo a viajar e irás a conocer otros mundos. Te perderás entre aguas distantes de vagas temperaturas y llegarás a otras costas que aun sin saberlo llevaban tu nombre escrito en la arena del mar. Y probarás otros frutos y besarás otros labios que saben distinto y aprenderás a decir te quiero en libanés. Y quizás haya la necesidad de regresar antes porque un familiar te necesita, sin embargo, las costas permanecerán inertes y podrás regresar. Esa persona quizás no. Sabrás entonces que nunca se está solo, pero solo lo aprenderás en la pura soledad. Y tu música se hará silente cuando la sepas apreciar y extrañarás esos momentos mudos cuando no los tengas más. Por ultimo y de no tener con quien reír lo harás con el espejo una y otra vez. Con ese que siempre esta allí, tu fiel compañero al que debes aprender a querer más que a nadie. Aquel que a pesar del amor, no debes tomarlo en serio nunca, sabiendo bien y mejor que nadie por las cosas que ha pasado, los momentos vividos, los recuerdos que aun tardan en partir, las risas, los llantos, los momentos de ira y aquellos que han traído pura paz. Pero más aun por todo aquello que aun queda por vivir.... siempre.


For everything you have missed, you have gained something else, and for everything you gain, you lose something else – Ralph Waldo Emerson




jueves, 21 de julio de 2011

Martes 21 Marzo, 1995


A retentive memory may be a good thing, but the ability to forget is the true token of greatness
 - Elbert Hubbard



lunes, 18 de julio de 2011

Doctrina perpetua

Si realmente nos conociéramos como la raza humana que somos quizás todo sería diferente. Si pudiéramos aunque fuera definirnos puntualmente como especie, así como puede hacerse fácilmente con las plantas o los demás animales del reino en que vivimos. Que se pueden describir, entender, y de esa manera tratarlos como tal sin ningún tipo de expectativa, sin ningún tipo de emoción que después pueda llevarnos a la decepción, al dolor, al sufrimiento. Si pudiéramos ser como ellos… ¿dejaríamos entonces de sufrir? ¿pero como podríamos definirnos? ¿como podríamos explicar esa complejidad que nos envuelve? ese barullo de sentimientos y emociones que pocas veces controlamos, y que terminan arrastrándonos a sitios que no deseamos, o a relacionarnos con personas que terminan siendo la antítesis de esos sueños que alguna vez nacieron en las entrañas del corazón.

A ver si me explico mejor… los animales son como tal. En sus diferentes especies, razas, tamaños y colores. Ya los hemos analizado y estudiado bien a lo largo de toda la historia, y ya sabemos a través de investigaciones científicas como relacionarnos con cada uno de ellos. Sabemos perfectamente que al labrador podemos domesticarlo, abrazarlo, besarlo y hasta dormir acurrucados en la cama, como sabemos también que al rey león es mejor dejarlo guardadito en su jaula. Sabemos que podemos nadar como sirena de la aleta de un delfín, como nadar a la velocidad de Phelps y en sentido contrario cuando vemos otro tipo de aleta que sobresale de las aguas del Caribe, tun tun tun tun…. sabemos que el periquito puede estar tras las rejas cantando y comiendo alpiste, mientras que al águila hay que dejarla siempre libre como el viento. Sabemos bien cuanta agua chupa cada planta, que flor corresponde a que tallo, que color de rosa te va con el vestido, y los poderes mágicos que tiene la sábila y como extraerla cuando el sol ardiente te ha quemado la piel.

Sin embargo…  ¿nosotros qué? ¿Quién nos puede definir? ¿Cómo somos? ¿qué queremos? ¿Cómo es la mejor manera de llevarnos para que las cosas fluyan? Tratando siempre de implementar una manera pacifica de relacionarnos, una que produzca sonrisas en vez de llantos, sinceridad en vez de corrupción, amor en vez de odio. Si llegáramos a conocernos bien quizás dejáramos tantas expectativas que tenemos los unos de los otros y no nos apegáramos tanto a ello, a los resultados, a los demás, a lo que piensan, a lo que hacen, a con quien están. Fuéramos entonces mas autosuficientes, mas independientes, mas libres, y por consecuencia mas felices.

¿Pero quién realmente somos? ¿acaso hay un patrón para nosotros? Un patrón estudiado y analizado que compruebe de manera puntual que carrizo es lo que queremos en este mundo? ¿Qué nos gusta? ¿Qué nos hace felices? ¿Con quien queremos estar ¨hasta que la muerte nos separe? ¿En qué clima queremos vivir y bajo cuales circunstancias? ¿Dónde queremos trabajar y haciendo que?
Quizás si obtuviéramos mas información sobre nuestra propia raza las cosas serían distintas. Mientras tanto no tenemos mas opción que llevarnos, querernos y tratar de entendernos por mas difícil que eso parezca… porque irónicamente somos los que menos nos conocemos entre sí, los que más sorpresas nos damos día a día, los que más lagrimas nos traemos a los ojos, pero sin duda alguna los que más felices nos hacemos.


Not everything that is faced can be changed but nothing can be changed until it is faced. 
- James Baldwin

martes, 12 de julio de 2011

Manifiesto surrealista


Como me gusta mirarte. Perderme en esos ojos tristes que me vuelven cómplice de tu nostalgia que es eterna y que quisiera sanar. Y permites así que me acerque un poco más hasta tocarte mientras descubro en cada paso que dan mis manos, como te gusta que vayan pasando las cosas. Como si supieras perfectamente lo que quieres de mi allí en ese instante, olvidando siempre todo lo demás, el resto. Como si no importara. Como si la vida estuviera toda expuesta en la brevedad de un segundo, y tu estuvieras conmigo allí cuando se apaga esa última luz. Y me quitas los miedos, y me das libertad que solo la vivo contigo, robándome así la vida misma que te prefiere siempre, y se va contigo dejándome un día mas en soledad.

Y te olvidas del tiempo, y de quien soy. Olvidas que alguna vez me negaste cerrando los labios con un dedo. Olvidas que nuestros corazones alguna vez caminaron el mismo trecho y solo uno llegó hasta el final. Y olvidas mis besos para poder recordarlos después, porque aquello que no se olvida, pocas veces se recuerda. Como tu, como yo cuando te pienso, cuando te imagino perfecto así como eres, así como soy cuando estoy contigo. Perfecta.

Sin embargo hay un final para cada historia que pretende transcender la vida misma, porque nada es para siempre. Una explicación, un significado, una razón de ser y de no ser más porque de otro modo aún andáramos por la vida vestidos de negro, o compráramos flores y rezáramos unidos rosarios eternos, cantos del alma invocando dones etéreos y algún milagro que nos devuelva aquellas cosas que vamos perdiendo. Impermanencia. Y aún siendo injusto aquello que marca un final…  lo aceptamos, y seguimos. Caminamos firmes muchas veces sin mirar atrás, porque sabemos de sobra que vamos dejando el paraíso en cada paso, en cada exhalación producto de una brisa fresca que con sus aires de cambio nos devuelve al presente, recordándonos siempre que es lo único que hay. Un suspiro que trae descanso, fiel curandero,  galeno del alma.


“Every exit is an entry somewhere.” -Tom Stoppard




viernes, 1 de julio de 2011

Que todas las lunas sean de miel

¿Porqué razón desearle el mal a otra persona? alguien más que por la misma naturaleza es igual a uno aunque no lo creamos, aunque no podamos verlo sino a través del odio en una mirada oscura como la noche, o en una sonrisa oculta llena de rencor, con una consciencia embadurnada en ira. Enemigo de la vida misma.  ¿Qué podría ser tan fuerte? ¿Que cosa podría perturbarnos tanto que nos lleve a desafiar las creencias sembradas bien adentro? ¿Qué o quien nos puede llevar a  perdernos en el abismo de un mal deseo? Privándonos del sol de verano para estar bajo la lluvia como la gata,  ácida y permanente, que nos ahoga poco a poco en nuestro propio delirio, auto condenándonos, a solo un paso de una muerte consciente.

Tampoco hay necesidad de cegarnos ante la realidad del mundo, ni ser ingenuos. Esta muy claro que hay personas que parecieran no tener corazón, sin escrúpulos. Que andan por la vida como si nadie mas existiera, armándose un camino de gloria, llevándose a otros por delante, golpeando, amenazando, haciendo daño, rompiendo las paredes del propio corazón. Sin embargo, nada de lo que hagan es razón suficiente para igualarnos. Para bajar de ese peldaño en el que se encarama la persona honesta lleno de flores y alguito de paz. Aquellos que hacen daño no se merecen ni un solo deseo por mas malo que sea, ni un solo pensamiento. No son lo suficientemente importantes para darles ni un segundo del tiempo que sin duda es sagrado, ni un espacio en el camino, ni una sola palabra. Compasión.

Intentando cada día mas el mantenernos firmes, ecuánimes. Con la mente como una balanza que maneja el mismo peso en los dos extremos sin importar el insulto, la acción, o bien sea lo que suceda allá afuera, esas energías que nunca descansan. Es entender que somos juguetes de la misma naturaleza que nos trajo al mundo. De ese mismo misterio que no deja de existir y que nos pone a prueba constantemente, evaluando sin cesar nuestra propia evolución como sería natural, o si por el contrario nos vamos quedando inertes ante las oportunidades de crecer e irnos liberando en cada paso que damos. No podemos dudar que estamos aquí para eso. Para superar los estragos y contratiempos, para dominar nuestra mente de una manera tal que las debilidades de otro no nos perturben, sino mas bien nos fortalezcan, y en el mismo silencio interno demostrar que en muchas ocasiones es mejor no actuar, mucho menos reaccionar, sino permanecer indiferentes escuchando mas bien una brisa extraña que nos susurra al oído que es mejor dejarlo ir… sin duda alguna la manera mas humilde como se puede triunfar.

“You will not be punished for your anger, you will be punished by your anger.”
- Buddha