letras mias...
jueves, 29 de noviembre de 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
Flying Solo
Otra de las partes animales que tenemos es la soledad, o la capacidad
de estarlo. Nos vamos yendo poco a poco, nos vamos despidiendo siempre y en
todo sentido. Porque muchas cosas se hacen solo como la creación, como el sueño,
como la muerte. No hay nadie que nos pueda ayudar, mucho menos participar. Son
cosas tan nuestras que no podrían nunca ser de dos. Y aunque el amor sea
absurdo, y las ganas capaces de hacer daño, hay cosas que se hacen solo. En una
gama de tamaños desde la creación del mundo, hasta el sueño mas bonito antes de
volver a la vida. Hay cosas que se hacen solo porque son así. Porque somos
capaces de hacerlo sin necesidad de mas. Como tener ideas y ponerlas en papel,
para luego materializarlas en solitario. Como la inspiración divina que insiste
en aparecer en el silencio de la noche. A esa hora cuando nadie está, cuando
nada se escucha. Luz del mundo que
llega volando sola.
Sin embargo nos da por huirle. Por hacer ruido en todas partes y buscarlo
cuando se empieza a apagar. Nos da por comunicarnos constantemente temiendo a que
un dia no lo hagamos más y por otras razones. Y hablamos de más. Sabiendo que
algun dia llegará el momento de estar en solo para siempre, y por esa razon
buscamos evitarlo en lugar de aceptarlo. De verlo como normal, como una condición
estrictamente necesaria para saber realmente quien somos, y así poder
escucharnos. Sabiendo de esa manera que queremos en esta vida, y entender para
que somos buenos, descubrir nuestro talento. Necesitamos silencio. Todos los días
y muchas veces. Para recogernos, para cargarnos, para poder funcionar como
realmente es.
Se llega a Nueva York y la mágica ciudad comienza a asomarse tras la
ventana del auto, al pasar del puente. Y en vez de bajar el vidrio y
contemplar, hay una TV en el taxi que escupe información, y nos olvidamos de
tragar el viento. Nos olvidamos del silencio que tiene la ciudad cuando se ve
de lejos. Cuando inspira historias que se crean en soledad para luego vivirlas
mas tardesita. Quizá entonces en el campo se pueda vivir, se pueda apreciar.
Creyendo que el silencio esta únicamente en el no hablar de las cosas. Sabiendo
que tal vez al irnos lejos lo obliguemos a hablar aunque haga daño. Aunque nos
conozca mas que nosotros mismos, aunque tenga la razón. Hay que escucharlo. Hay
que abrirle espacios en cada madrugada y antes de dormir por las noches. Hay
que rendirle culto. Hay que explicarle que hay momentos que le perteneces y que
te lo haga saber. Que te acompañe en ellos a ser tu fuerte también, tan fuerte
como lo es él. El silencio.
Esos momentos que nos transportamos de un lugar a otro podrían ser de
silencio. Podrían ser de crear cosas o reflexionar. Podrían ser de admirar el
paisaje, de ver a la gente a los ojos y entender a través de una sonrisa la clase
de día que han llevado. Podrían servir para crecer como cuando se era niño y se
pasaban las tardes persiguiendo nubes, mirando directo al sol, y no hacía falta videojuegos. O entre
los árboles del monte o montando bicicleta. ¿Qué tan libre se sentía? que distintos
eran los ruidos por venir del mar o de la montaña. Y uno se perdía por horas sin preocupar a papá porque de
todos modos no había como llamar, como seguirte, como ubicarte en el mapa de
una pantalla del tamaño de la palma de la mano.
Y queriendo siempre no estar solos nos hemos vuelto mas solos que
nunca. Buscando ruidos por todas partes, queriendo entretenernos a todo costa y
todo el tiempo. Queriendo evitar los silencios. Como si no fueran nuestros.
Como si le pertenecieran a alguien mas que es distinto pero no lo es. Alejándonos
de la verdad constantemente. Queriendo evitar de esa manera y a toda cuestas el
silencio que puede también llegar a parecerse al canto eterno de la muerte.
Dando vueltas sobre un mismo eje, borrachos. Como un ciclo vicioso en el que
eres adicto a una cantidad de estimulo que nos esta llevando a cambiar de raza,
a ser menos humanos.
The quieter you become, the more
you can hear.
- Baba Ram
Das
lunes, 30 de enero de 2012
Tema Tabú
Hay muchas cosas
de las que no se hablan. Porque incomodan. De alguna manera u otra nos quitan
el poder y nos reducen de tamaño. O peor aun nos avergüenzan. Así como algunos
tabúes sociales, los que más abundan al no haber sido capaces de responder, de lidiar
con la situación… entonces se torna tabú. Al no haber evolucionado de manera
tal de resolver las cosas de manera puntual y efectiva. No hemos sabido estabilizarnos
en paz en un mundo que nos va absorbiendo entre millones de millones de
personas, que poseen y manejan una sobredosis de información absurda. Por su
inestabilidad. Se siente entonces una necesidad de abrirnos cada vez más, y
salir corriendo hasta encaramarnos. El tema más tabú de todos… este mundo se está acabando… o mejor dicho, estamos acabando con el mundo.
¿Cómo se vive
entonces con eso? como se duerme con esa noción? Seria inútil tratar de desprenderse por unas horas e ignorar
el hecho que somos todos criminales. Seria imposible intentar poner la mente en
blanco para poder descansar. Ni despertarse en las mañanas con el pie derecho y
decretarle al universo que todo estará bien, que será un buen dia. Si tuviéramos
consciencia de ello realmente, quizás nos fuese imposible vivir. Si supiéramos
que dia a dia nos vamos desprendiendo del concepto de vida porque no la
apreciamos, en vez de desprendernos simplemente al saber que hemos vivido y
naturalmente ella se va, como se va la primavera cuando llega el verano. Así de
simple, así de bonito.
En cambio nos
adormecemos la mente, la psiquis. Siendo más inteligentes que nadie nos cegamos
al mundo porque somos demasiado poderosos. En vez de querer a la tierra como
nuestra propia madre, porque lo es; le gritamos, le pegamos, la quemamos, la
ignoramos. Le faltamos respeto así no mas. Pero lo sabemos muchas veces de
manera subconsciente y nos pesa. Por esa razón es un tema tabú. El hecho que
nos estamos destruyendo poco a poco es un tema tabú… aquí, allá y en todas
partes del planeta tierra.
Y sufrimos por
ello y vivimos con miedo al vernos protagonistas. No actores individuales sino
mas bien un elenco. Aun así, si la guerra no llega a tu suelo la sentimos ajena.
Sin embargo la sufrimos todos porque quiere decir que es real. Que si la viven
esos que vemos en la TV y los héroes de guerra… entonces si existe. Y podría
estallar en cualquier lugar del mundo, porque desafortunadamente somos de la
misma raza: guerrilleros, ricos, pobres, terroristas y presidentes. Todos
tenemos la misma vaina, el mismo cuerpo, la misma mente, el mismo corazón. Y
unos porque hacen las cosas y las provocan, pero los otros porque no hacen
nada. Porque es un tema tabú. Y se adormece la mente como después de un trauma
y se hace difícil procesar información. La energía que se emplea en el acto de
resistir impide que veamos el paisaje claramente, y que juzguemos por primera
vez en la vida de manera realmente humana.
Quizás es crear
consciencia de que es un tema tabú. Que el odio que le hemos ido cosechando a
todo le esta ganando al amor. Que nos esta venciendo en algunas cosas. Es
aceptarlo como un adicto que solo después de reconocer que bebe comienza el
proceso de sanación. Poco a poco. Así como deberíamos empezar a cambiar la
consciencia y comenzar a crear silencios. Silencios donde puedan oírse las olas
del mar, los soplos del viento. Momentos de paz que realmente nos permitan
hablar con las flores y reír entre ríos de montaña. Y preguntar en ese silencio
«que carajo nos pasa?» y escuchar sus respuestas atentamente. Muchas veces en
formas distintas… en unos ojos que piden perdón. En un favor recibido, y en
otro dado. En una sonrisa. En un viaje por las montañas del Perú… o en los
Alpes Suizos. Y en la madre más bella de todas que nos contiene juntos
concentrados en un mismo abrazo… por alguna razón tiene que ser.
Nature shows that with the growth of intelligence
comes increased capacity for pain, and it is only with the highest degree of
intelligence that suffering reaches its supreme point. – Arthur Schopenhauer
jueves, 19 de enero de 2012
R.I.P
Las malas
noticias son terribles. Como un huracán
en el medio de la nada sin poder resguardarse, sin refugio. Y siempre vienen.
Tarde o temprano por mas preparado que uno esté,
siempre te tocan la puerta. Por mas afín
que uno esté con la vida, por mas vidente que uno sea, por mas cum
laude en el tema espiritual. Siempre vienen como un balde de agua fría.
Literalmente. Una cachetada a la cara con mano abierta y te calienta la piel.
Te desvela, te rompe, te vuelve así pequeñito,
inexistente para el mundo y para todo aquello que tanto creías.
Como volver atrás. Como saber que para esos momentos te has venido
preparando desde hacía rato y ahora no entiendes realmente para qué. Tanta preparación, tanta experiencia, si igual te agarra, y
tiene el poder de asfixiarte con sus dos manos. Si igual te agarra desprevenido.
Si igual te toca, te carga, te zarandea, si tiene el poder de inestabilizarte,
de destruirte, de aniquilarte. Desafortunadamente así
son. Así son casi todas.. las malas noticias.
Y las hay por
todos lados, y hay más de una para cada quien. Las hay por doquier. No
hay que comprarlas, ni hay que ser rico ni pobre para tener mas o menos. La
misma cantidad. No se al final si seria mejor nunca dejar de entrenarse en la
carrera que es la vida, o mas bien ser inútil,
ignorante y necio ante lo que puede pasar. No se siquiera si es posible
entrenarse para la muerte de algún familiar.
Inesperada. ¿Son realmente efectivos los años
de estudio, de rezos, de retiro y meditación?
Cuando te arrancan la vida de un solo golpe y hay que vivir con ello. Al
parecer eso es lo que hay, no hay de otra en este juego de la vida. No hay
comodín. No hay un valor en X en esta ecuación
que llamamos vivir. Un dulce baile entre respiro y latido donde toda canción
tienen un final. Un misterio maravilloso como la vida misma que la parió.
Porque sin muerte no existiera la vida, ni días
de sol y cielos azules sin las tormentas que vienen y van.
Tan familiar
se nos hace el decir adiós porque solemos hacerlo a diario. De hecho es una
de las primeras cosas que se nos enseña
cuando somos bebés «dile chao», con voz de
mamá. Sin embargo no se aprende a decir ese ultimo adiós
entre tantos adioses. No se digiere realmente con cada uno que pudiera ser
ultimo alguna vez. Por muerte o distancia hay siempre un ultimo adiós.
Un adiós para el que no nos entrenaron jamás.
Por ello es mejor ni pensarlo, ni dar tiempo para entenderlo…
sino mas bien aceptarlo. Saber que la vida va mucho mas allá
y que todos tenemos finales distintos porque a cada quien le dieron sus cartas.
Saber que si alguien se retira del juego sigue el tiempo reglamentario y hay
que seguir jugando. Hay que aprender a vivir sin los nuestros. Hay que tener la
carta de la esperanza y saber jugarla. Hay que seguir adelante, hay que seguir
amando todo lo que aun está. Hay que seguir creyendo por sobre todas las cosas.
Hay que evitar a toda cuestas ser uno el que dice ese adiós
porque se nos fue el alma prendada de aquel que se fue… porque se ha perdido la fe. Esa ultima
vez.
One day your life will flash before your eyes. Make sure its worth
watching.
- Unknown source
domingo, 8 de enero de 2012
All or nothing
Los verdaderos alpinistas tienen su propio vocabulario, así como lo tienen otras disciplinas en la vida. Sin
embargo ellos llaman "the grip¨ o ¨feeling the grip" a ese preciso momento en el que no saben donde colocar el próximo pie, o
la próxima mano… ese momento de absoluto desconcierto, de absoluta presencia. Un verdadero cocktail de miedo y
frustración. Ese momento tan particular para aquellos que se arriesgan en la
extremidad de las montañas más peligrosas del mundo, puede también relacionarse
a la vida de cada quien, de los más cobardes y más comunes seres que habitan el
planeta tierra. Es que al parecer, aquellos que toman los mayores riesgos
pareciera que vinieran con una anatomía distinta. Otra manera de juntar y
conectar los cables del cerebro, y así alterar la sinapsis que ocurre cada vez
que se piensa, cada vez que se toma una decisión… y por supuesto, en cada
momento que ponemos algo en riesgo, desde la mundana reputación hasta el propio
pellejo.
Resulta ser que para aquellos alpinistas que tienen
prácticamente toda la vida en eso, les resulta mucho más sencillo, digamos
habitual, el tomar decisiones tan arriesgadas como «donde colocar el próximo
pie». Para ellos es definitivamente una decisión de vida o muerte, como lo
seria para cualquier otro mortal, simplemente alguien que no está preparado
para ello, no se coloca en esa situación. Sin embargo todos somos iguales, y
todos nacimos con ese ¨músculo del riesgo¨ impregnado en el cromosoma, con ese
poder de fortalecerlo de alguna manera que nos habituemos poco a poco a tomar
decisiones de riesgo comenzando por las más pequeñas hasta que prácticamente se
nos congele el corazón, capaces de todo, ajenos a nuestra propia naturaleza.
Como dicen un dicho ¨if you don´t use it, you lose it¨… se debilita, se
atrofia. ¿Es acaso el riesgo algo que podemos entonces fortalecer con los años?
¿Con la practica, con las propias decisiones que tomamos dia tras dia?
Una cosa si es cierta que para el riesgo nunca es
tarde, sobretodo cuando trata de decisiones personales en la vida de cada quien
que hasta el momento siempre habían sido detonantes de miedo, de rechazo, de
temor a las consecuencias. A no poder llevarlas a cabo como renunciar al
trabajo, el decir ¨te amo¨ viendo a los ojos, o quizás lo contrario… el
sincerarse con alguien cuando se ha perdido el amor. Dejar ir. El cambiar de
ciudad, de preferencia sexual, de pareja. El querer ser artista en vez de
economista, y músico en lugar de profesor. ¡Lanzarse al agua! Habituarse de esa
manera y poco a poco a un ambiente fuera de confort. Uno que anteriormente
estaba vetado por la angustia que acompaña los episodios de miedo. Irse
acostumbrando poco a poco a ser quien uno es realmente, y la parte más difícil
de todas, demostrárselo al resto del mundo a medida que nos vamos acoplando, Es
un proceso, así como todo en la vida. Pero además de eso, es un gran riesgo que
vale la pena tomar.
"A
man would do nothing, if he waited until he could do it so well that no one
would find fault with what he has done."
—
Cardinal Newman
British
Preacher (1801-1890)
domingo, 25 de diciembre de 2011
Epifanía
Veamos la inspiración
realmente como un rayo de luz denso y pesado. Que viene de allá arriba, de las
estrellas, de algún lugar misterioso que no conocemos. Pensemos que sí, que es posible. Que viene en línea recta hasta el tercer ojo, completamente premeditado,
estudiado minuciosamente. Directo a ese punto medio entre las dos cejas,
receptor inmaculado de grandes ideas. Transformador de locuras. Origen de
pensamientos ilustres. Como una inspiración divina que realmente baja del cielo
en una especie de rayo solar. Que te calienta, que te desvela por las noches,
que te sopla al oído la formula secreta del éxito. La llave maestra que abre
las puertas del corazón y lo enchufa de manera inmediata hasta ese punto. Línea
recta entre la mente y el corazón.
No lo imaginemos siquiera,
hagámoslo real. No seamos conformes transándonos con ejemplos de aquellos que
vinieron primero, otras generaciones. No veamos gráficos que muestran como debería
ser, mas bien comprobémoslo cierto. Que no nos baste observar un dibujo a
colores con esa línea de luz que viene del cielo e ilumina de manera mística
las mentes humanas. Subamos la mirada mas bien y cerremos los ojos. Pongamos
los pies sobre la tierra y sintamos de esa manera como nos crecen raíces de
esas semillas que hemos venido plantando al andar. Sintamos como se enredan
poco a poco a nuestros pies. Una madre distinta que se siente viva entre los
dedos del pie, por las piernas, las caderas. Sintámonos parte de ella y seguros
sobre su terreno. Protegidos tras su manto.
Creamos también que es
posible volar aun con los pies sobre ella. Al parecer es la única forma de
hacerlo sin perderse para siempre entre las nubes. La única forma de vivirlo y
recordarlo para después contarlo, pensando siempre en futuras generaciones que
les debemos un ejemplo. Sugerir. Demostrarles que no basta con imaginarse las
cosas sino convencerse uno mismo que son posibles. Pedirle al cielo por esa inspiración
divina que te parte la frente en dos mitades a través de su rayo de luz.
Sintiendo un calor etéreo en los temporales, la quijada, el cuello, llegando al
corazón en un corto circuito. Conectemos estos dos puntos mágicos con el fin de
crear pero seamos ingenuos a la hora de hacerlo, inocentes como niños que todo
lo creen posible. Soñemos que aquello que soñamos se hace realidad allí mismo
en la mitad de nuestro sueño.
¡Merry Christmas!
sábado, 10 de diciembre de 2011
Extranjera
No ahora resulta que mi casa tampoco es segura. Ese pedacito
de mi, que tiene mi olor, que planifiqué con detalle y pacientemente para que
todo fuese perfecto. Ese escondite divino que tiene silencio y que por
sobretodas las cosas, te contiene a ti. Ahora parece que tampoco es seguro. Estar
contigo, hacerte el amor bajo ese techo parece que no es seguro tampoco. Acaso
y dígame alguien ¿Qué es lo que es seguro en este país? ¿Dónde puedo estar
tranquila fumándome un cigarro? o bailando sobre las acera de mi
calle mientras espero que se llene la luna ¿A dónde puedo ir con los ojos cerrados,
con las ventanas abiertas? ¿qué lugar me recomiendas que vaya? donde pueda ser yo, donde
pueda ser libre...
No puedo borrar mis memorias, esos tiempos que eran
así… libres. Como los pájaros que se arriman a la montaña cuando comienza a
caer el sol. Libre para buscarte por la ciudad, divagando sus calles, dibujando
tu sonrisa en la pared. Un aire
que olía a chamo, que sabia a cerveza tomada desde tu boca. Todavía. Ahora parece
que nada de eso es seguro. Que manejar por sus calles es coquetear con la
muerte. Que te llevan sin pensarlo y en un par de segundos te cambian el rumbo
y para siempre. Borran las líneas de tu destino allí mismo sobre un
pedazo de tierra que solía tener recuerdos bonitos. Como el primer amor.
Manejando a ratos sin mirar el reloj. Persiguiendo el sol por las tardes a toda
mecha en la cota mil. Llamando a la luna. Diosa bendita que siempre ee
esconde tras la montaña. Nada de eso es seguro tampoco.
Cantar por las noches, andar en carro sin rumbo fijo
con vidrios abajo, con aire fresco sobre la cara en una noche que huele a
sorpresa. Fumar a dos manos. No tener que rezar porque todo se manifiesta sin
haberlo pedido. Como una tarde rosada de escasa tarea, o una noches ilustre,
desprevenida, mas bien improvisada. Terminar con los dedos metidos entre la
arena aun con el traje de fiesta. Al parecer, nada de eso seguro no mas. ¿En
que sitio me puedo calmar? ¿en que espacio me recojo si ya nada es mío?... ni tu tampoco. Si mi propio hogar no me
pertenece, ya no tengo autoridad. Si me acuesto cansada y no puedo dormir de pavor porque nadie me protege. Ni mi Dios, ni el tuyo, ni la ley del estado, ni un tratado
formal. ¿Cómo vivo? ¿Cómo puedo ser normal? ¿Cómo no ser quien soy, ni pensar
como pienso? Como no portar un
pasaporte ajeno, como no ser de otro país.
Liberty is the right to choose,
freedom is the result of that choice. –Unknown source
lunes, 28 de noviembre de 2011
Oído al tambor
Segundo a segundo, minuto a minuto todo tiene su razón
de ser, todo tiene su tiempo. De no ser así, nada tuviese sentido. Porque hay
cosas que se anhelan con el corazón sediento, sincero, carente de engaños, y
aun así, no se manifiestan; y seguimos rezándole a un Dios que jamás hemos
visto, y que en ocasiones parece estar bastante ocupado escupiendo nubes o surfeando
puestas de sol. Sin embargo, no nos rendimos, y seguimos creyendo que algún
día, aunque sea lejano, será uno de gloria, lleno de dicha, porque habremos
triunfado, y aunque aquellos deseos que una vez ocuparon los espacios del alma,
no se hayan manifestado de la manera como más queríamos, habremos comprendido
que no siempre se trata de ganar, ni de ser el rey o la reina, sino mas bien de
aprender lecciones mucho más valiosas. Otras cosas que nos harán más fuertes,
distintos al resto. Inmunes ante los baches en el terreno de la vida.
No es sencillo claro que no. Muchas veces las
palabras más simples, las más familiares, son los conceptos más difíciles de
aplicar en la vida misma. Como si las enseñanzas más importantes fuesen las que
más escuchamos, pero por alguna razón, ya no se si divina, son las que más rápido
se olvidan, muchas veces por amor. No obstante tenia que ser así. No habría
otra manera, porque de haberla habido se hubiese llevado a cabo. No me canso de
decir siempre: lo mejor es lo que pasa. Y aunque el día este soleado y no hayan
ganas de salir, es importante saber el porque de las cosas, de los sentimientos
que nos abordan, que nos amargan en ocasiones, y recordar por sobretodas las
cosas: que son temporales. Que como decía la abuela, o el tío del primo de
aquel: no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista. Pero hay que
creerlo en compañía de un deseo nato de querer que las cosas cambien. Un anhelo
de superarse, de salir a la calle y beber de nuevo el perfume de las flores,
dejando atrás esos días en la oscuridad del fondo, sabiendo que mientras mas
hondo se está, irónicamente más cerca se esta de la gloria.
Y es que aquel que no sufre no vive. Como una multa
que se le pone a todo ser viviente por el simple hecho de vivir. Y se van
acumulando, y se van pagando poco a poco, y mientras mas tengamos metidas en la
guantera, quizás mas arrugas nos borden los ojos, y cada una de ellas
represente un amor, o una tortura, o una mano que se estiró sin pensarlo y se
quedó allí prendada en las aceras del corazón. Así es la vida de a poquito. De
a bocados pequeños para no atragantarnos porque es tan dulce que puede
fácilmente empalagar y tornarse amarga con el tiempo. Pero mientras más dulce
sin duda alguna más apetitosa. Por ello no se puede dejar de ser niño, de
endulzarnos la vida por temor a perder, o a que se nos rompa el corazón en mil
pedazos. Porque si existe la propiedad de estar en mil pedazos es porque quizás
así tenga que estar aunque sea una vez en la vida, para poder enmendarse de
nuevo en uno mas grande, mas vivo, amante eterno de la vida y del amor. Órgano
inmortal.
"Twenty years from now you will
be more disappointed by the things you didn't do than by the ones you did. So
throw off the bowlines, sail away from the safe harbor, catch the trade winds
in your sails. Explore. Dream. Discover."
~ Mark Twain
viernes, 18 de noviembre de 2011
MARALA
MARALA
(novela ficción)
A la venta ya en Librería Kalathos (Los Galpones de Los Chorros), Entrelibros (Los Palos Grandes), El Buscón (Centro Cultural Trasnocho)
Próximamente en Miami y Bogotá!
Próximamente en Miami y Bogotá!
Autor: Manuela Fonseca
Grupo Editorial:
Taller de Edición Rocca. Bogotá, Colombia.
Caracas en el mes de
Noviembre, 2011.
Taller
de Edición Rocca, una empresa Colombiana dedicada a la publicación de titulos
literarios de varios géneros, presenta su más reciente obra Marala, de la autora
venezolana Manuela Fonseca. Novela
basada en una historia llena de aventura, pasion y misterio. Una trama que
envuelve al lector a medida que pasan sus páginas y lo lleva en un viaje
surreal donde el destino hace de las suyas y cambia el rumbo de las cosas de
manera inesperada.
Marala Bertrand decide hacer un viaje con motivo de estudios al pueblo de El Escondido al oeste de Venezuela. A partir de este
momento comienzan a suceder una serie de hechos misteriosos que van
transformando un viaje de estudios e investigación, en una aventura fascinante
y la que marcará su vida para siempre.
Marala es una historia que demuestra con su narrativa que por más que
queramos siempre escoger nuestro propio destino, hay ciertas cosas en la vida
que debemos dejar ir, para que el verdadero plan maestro pueda llevarse a cabo.
Una novela dedicada a aquellos que buscan al leer perderse en una historia de
romance y aventura, con hechos mágicos y un toque de historia antigua que la
llena de sustancia que enamora al
lector. Una novela ligera con un gran poder de entretener y de transportar a un tiempo donde
todavía vale la pena arriesgarlo todo por amor, y donde por sobre todas las
cosas, el destino se encarga de estudiar las cartas antes de jugarlas, aunque
muchos lo crean por pura cuestión del azar.
Email: manuelafonsecab@gmail.com
Twitter: @mfonsecab
lunes, 31 de octubre de 2011
Angels and demons
Porque una virtud hay que
cultivarla. Sea la que sea. Hay que descubrirla, mimarla, quizás concebirla
hasta el punto de verla nacer, así entre los brazos, aunque duela. No se puede
pasar la vida entera deseando tenerla, añorarla, y no hacer nada por buscarla y
poseerla. No se puede desear la virtud ajena tampoco, ni el ingenio del vecino.
Como codiciando el bien ajeno, eso que aprendimos desde pequeño es un pecado en
la tabla de Moisés. No seria necesario. Hay una para que cada quien, porque
todos somos iguales, aparentemente. Entonces a todos se nos da aunque permanezca
oculta año tras año, en verano al igual que en invierno. Resulta a veces mas cómodo
ignorar las cosas buenas por las que hay que trabajar para que así florezcan, y
mas bien vivir en la mediocridad del cielo gris, de un clima templado, de una
rutina cotidiana, de una vida vivida a pedacitos, a medias. Una que podría
llevar cualquier nombre, o pintarse de cualquier color porque suele ser indiferente.
Las virtudes podrían
llegar a ser lo mas personal que tenemos. Mas que los rasgos físicos, o el tono
de voz. Mas que la estatura o la tendencia a ser gordos o flacos, altos o bajos.
Cada virtud es como un sello imborrable hecho a la justa medida de quien lo
lleva, de quien tiene la dicha de hacerlo suyo, de tatuarse. Presumiendo ante
los demás con todo el derecho del mundo pero de manera humilde. Exprimiendo sus
frutos. Usándola como herramienta para el propio bien, y primordialmente para
el bien de los demás. Señores… es como un regalo de Dios, y hay que hacer de
cada virtud algo real pero mágico. Así como decía Nietzsche: darle otro nombre,
sacarla de la manada, apuntarla con el dedo porque es única y de nadie más.
Entonces de esa virtud concebir la pasión o viceversa, como una semilla que se
planta desde el origen del talento mismo y va creciendo junto con ella de
manera paralela. Y va tomando fuerzas, se va desarrollando y se va
fortaleciendo con el tiempo, y con la educación, pero más que todo con las
experiencias de la vida, que como ya sabemos bien, son los maestros más sabios
y duraderos.
Y la pasión cuando se usa bonito de la mano de una virtud, mas que un demonio se vuelve un Dios. Un creador
neto que innova, que presenta alternativas, que llena huecos que habían estado vacíos
por mucho tiempo. Que piensa en zapatos ajenos para luego actuar con los suyos
bien amarrados, dejando huellas marcadas sobre la arena, siempre en libertad.
Libre de amar, libre de pensamiento, pero por sobretodas las cosas libre de una
inspiración ingenua que le permite crear cosas distintas, y a través de ellas,
hacerlo diferente, sobresaliente del resto. Porque supo abrir los ojos y ver el
mundo desde un foco más amplio, con todo lo bello que hay pero con sus
necesidades también y sus miserias, y en medio de ese plano irónicamente casi perfecto,
trabajó a través de su ingenio, de su virtud, su clarividencia ante el resto. Su
propia luz.
If you have performed an act
of great and disinterested virtue, conceal it; if you publish it, you will
neither be believed here, nor rewarded hereafter. – CHARLES CALEB
COLTON, Lacon
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