viernes, 4 de febrero de 2011

Molotov Cocktail s´il vous plaît

Queriendo escribir poemas de amor o novelas color rosa esta vez no me quedó otra que protestar. Que dejar los versos para otro dia y concientizar las cosas que dejamos pasar. Es que seria imposible escribir sobre playas desiertas o sobre besos tiernos que nunca se olvidan, cuando mitad del mundo protesta de inconformidad ante lideres tercos que insisten gobernar con ideales que caducan cada vez mas con el pasar de los años. Como tratando de calmar al pueblo con medicinas viejas que por su fecha de expiración ya no tienen el poder de sanar, sino mas bien detonan en el organismo unas ganas absurdas de decir ¨ya basta¨. Unos deseos que se nos van de las manos por luchar por ese derecho sagrado que se nos dio como regalo. Libertad.

¿Acaso no ha sido suficiente el sufrimiento que tenemos registrado en los libros de historia para acabar de una buena vez con aquellos personajes hambrientos de poder que insisten en amarrarnos a la pata de la cama? ¿acaso no bastan los hechos del presente que ya mañana es pasado, en el que ensuciamos con sangre manos multicoloras, como única herramienta para ser escuchados? Represión. Somos todos lo mismo, los mismos huesos, la misma carne, el mismo corazón que llora y que tarde o temprano deja de latir. Debería entonces haber una manera mas humana de poder hablar, o mas bien de engordar cada palabra dicha para que reviente con peso en las manos del traidor.

Y si todo fuese tan sencillo como mis letras no tendría siquiera porque escribirlas. Si una bala de acero acabara con la dictadura de algunos y el comunismo de otros, serian muchos los valientes de meter el dedo en el gatillo. ¿Y entonces que haríamos con el resto? No podríamos llegar tan bajo y parecernos a ellos, robarles la máscara sucia y vieja de canas blancas que cuentan las culpas y aquellas almas que ya no están. Porque son muchos aquellos que el poder envenena y habría entonces que esconderlos a todos bajo la tierra que adorno con flores que borren recuerdos y traigan perfumes de libertad. Mientras tanto mendigo paciencia y trato de no cerrar los ojos a la verdad. Sabiendo que el rojo de la sangre nos llena de vida y no las quita también cuando adorna el asfalto de calles desiertas, y aquellas plazas alegres que nos vieron crecer. Entonces el cielo se llena de nubes negras y aquel escenario donde bailaba el payaso ahora se llena de lágrimas de dolor,  de gritos de independencia. Sin embargo puedo ver el sol detrás de las nubes, tras el denso vapor de la absurda opresión que nos domina. No mas.

Benditos aquellos que valoran la vida de manera tal que son capaces de arriesgar la vida misma por su propia verdad. Por romper las cadenas que nos liberen el alma que se nos ha ido volando sin haber muerto, en vez de alimentar. Grandes aquellos que luchan con palos y palas en plazas blancas bañadas en el humo injusto del despotismo. Ilustres aquellos hermanos que entre golpes y llantos van abriendo caminos para otros que vienen después con aires de cambio. Con proyectos de convivencia real en un mundo en el que todos venimos de la misma arcilla y que debemos actuar como tal. No nos digan entonces cómo actuar, a donde ir,  cómo y en que trabajar. Tenemos tatuado en la genética humana todo eso y mucho mas. El como respirar, las ganas de viajar, el talento de escribir, de pintar, de resolver problemas matemáticos, de sacar cuentas y bailar al aire libre. Tenemos derecho a hacer dinero de mil maneras y en muchos idiomas de forma justa. Tenemos derecho a vivir donde queramos, derecho a rezarle al dios del fuego si así gustamos y de crear infinito porque somos imagen y semejanza de un Ser creador. Sin embargo no podemos crear con las manos atadas, ni inventarnos historias con la mente ofuscada. Mucho menos soñar con la palabra cambio si no creemos que eso también es una posibilidad.


Do you think someone who is about to rape you is going to 
stop and  think about a condom? - Eli Adorno

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