viernes, 7 de octubre de 2011

It ain´t over ´till it´s over


Si pudiera representar al mundo lo colocara sobre un papel así como es. Un mapa indeleble de líneas rectas y curvilíneas que no signifiquen nada, pero que lo sean todo a la vez. Y en ellas nosotros, los seres más extraños y complicados que jamás han podido existir, pero es que no conocemos de más. Y estamos aquí sin saber el como, ni donde empezamos, ni para que existimos, ni cual es la razón de tanta cosa, de tanto poder, de tanto sentir. Queremos simplificarnos, pero de esa manera solo conseguimos descubrir cada vez lo complejos que en realidad somos. Ese corazón tan vasto que llevamos dentro, que no solo sirve para amar, sino para crear las cosas más grandes y absurdas que se han podido inventar jamás.

Así es. Un simple mapa como esos de la prepa pero lleno de luces. Infinitas luces que representen vidas. Esa vida de cada quien que lucha día a día por ser diferente. Y aunque se piense distinto a los demás, eso no basta. No se trata únicamente de pensar distinto, sino de actuar. Porque pensando eternamente podríamos morir en el intento, sin que nadie supiese las locuras que vivió la mente, lo que nos quitó el sueño por las noches viendo amaneceres que no fueron por amor. En cambio dichosos aquellos los que deciden actuar de manera distinta y sobresalir. Rompiendo reglas, ignorando paradigmas. Sin importar el cómo, el cuando y la razón de tanto alboroto. Sin importar las creencias de todos aquellos que lo vieron crecer y que creyeron un futuro distinto que venía asignado con la compra. Tener el valor de decir no mas. De empacar. De viajar libre y solitario aunque sea únicamente en los rieles de la propia imaginación. Intentarlo, o siquiera tener el valor.

Habrá que recordar para siempre que en esta lucha todos somos iguales. Que aun no se conoce algún ser que no haya transitado por aquí sin despedirse algún día, tarde o temprano. Algún ser que no haya sufrido por un amor, y que no haya querido estar muerto de manera prematura cuando se le derrumbó el mundo ante sus pies. El éxito no garantiza la compañía eterna porque aun con la función llena nos hemos sentido solos. Y aprendemos entonces que hay cosas más importantes que la fama, y el éxito, y el poder. Sabiendo que los sueños muchas veces no vienen en yates, ni en aviones, ni en carros de lujo, ni de la mano de una bella mujer. Ni huelen bonito. Que muchas veces es mejor estar solo pero con el volante entre los dedos sabiendo que somos piloto, antes que dejar nuestra vida en manos de alguien más. De esa manera nos recordamos cada minuto que tenemos las riendas de nuestra vida, y hasta el poder de cambiar el rumbo del timón con una sola decisión que se tome de manera sabia. Sin olvidar entonces que en cada momento que culpamos a alguien más por todo aquello que no hacemos, solo logramos darles más poder sobre ese sueño que aun duerme en una mente soñadora, que espera cada noche porque las cosas cambien. Hacerlo realidad. Claro que sí. Algún día. 


If a man does not keep pace with his companions, perhaps it is because he hears a different drummer. Let him step to the music which he hears, however measured or far away. - Henry David Thoreau



No hay comentarios:

Publicar un comentario